miércoles, 10 de enero de 2007

Navidades de la infancia

Siempre recuerdo las navidades de nuestra infancia. No me acuerdo del año ni de la totalidad del contexto en que ocurrieron las cosas, qué cosa ocurió antes o después. Creo que Ruth tiene mejor memoria.
Un año, mi papá nos hizo unas cunitas para las muñecas, muy lindas. Eran como catres de fierro, con figuras de flores o mariposas. Mi abuela les hizo las sábanas, cabecera y colcha. Creo que la mia era celeste y la de Ruth era rosada.
Quizás fue en otra ocación, Emilio recibió un gran camión, de esos de plástico que no pasan de moda. En versiones más modernas aún es posible verlos en las tiendas, en sus típicos colores: azul, rojo y amarillo. Después de varias horas jugando, mi hermano caía rendido y no se si fue en una o varias ocaciones que terminó durmiendo en el tolva de su camión.
Me acuerdo de una vez en que mi tía María estuvo ayudando en el negocio de la esquina: el almacen de la sra. Rosa, y ganó unos pesitos con los que nos regaló a cada un una pelota de goma, grande, de colores desordenados. cada uno reconocía su pelota y todos jugabamos en el patio al mismo tiempo con las pelotas. Eran seis en total.